Paracas es una capital de distrito portuaria de la costa sur del Perú, en la provincia de Pisco, dentro del departamento de Ica. Y estaba en mi ruta de viaje por los posteos que leí sobre sus playas y la reserva que lleva su nombre. Venía de Lima, y me dirigía a Cusco.
Llegué a la ciudad de Paracas a eso de las 16:30 horas, dejé la mochila en el hostel con puerta/pared de vidrio corrediza -después voy a ahondar en el tema- y me fui para la reserva porque, aunque estaba jugada con el sol por la hora, sólo tenía una noche para quedarme en Paracas y quería aprovechar el mar y la costa al otro día. La reserva quedaba a 10 km del pueblo, y el valor de la entrada era de 15 soles por persona (incluyendo un paseo en lancha el día posterior a las islas Ballestas) en abril del 2017. Negocié entrar a 5 soles porque al otro día no iba a poder ir a la isla y porque me quedaban sólo 2 horas de sol para recorrer la reserva.
La Reserva Nacional de Paracas es una zona protegida del Perú (la única reserva marina de este país) y fue declarada como tal en el año 1975 con el fin de conservar una porción del mar y del desierto, dando protección a las diversas especies de flora y fauna que viven ahí. Tiene una extensión de 335.000 hectáreas -unas 200.000 en el océano Pacífico- ¡Es enorme! y está situada en una zona marítima súper rica, donde se produce una mucho plancton que es el encargado de nutrir a peces, crustáceos y moluscos. Si estás en la costa, la playa es paradisíaca, aunque el mar no te invita a sumergirte porque le encanta chocar contra las enormes rocas de la orilla. Si estás en la parte desierta, realmente entendés el significado de desierto: no se mueve nada.
Si tegustan las aves, lee esto: por los diferentes hábitats que la componen es un lugar ideal para el break de aves migratorias de orilla; y por tanto fue declarada como sitio Ramsar en 1992. Perú es el 2° país en el mundo con mayor cantidad de especies de aves. De las 8,500 especies que existen en el mundo, 1,700 se ubican en este país; asique, amante de las aves, en ningún otro lugar en la tierra vas a tener la misma oportunidad de conocer esta diversidad de plumíferos en su hábitat natural como en esta reserva.
Dentro de la reserva, también, hay más de 100 sitios arqueológicos que demuestran el grado de adaptabilidad a la zona del antiguo peruano. Los restos encontrados muestran un estilo de vida simple, dedicado básicamente a la pesca y a la recolección de mariscos (no hay fotos de los sitios arqueológicos, porque mi atención se la robó el paisaje y para cuando llegué ya casi no había luz).
Antes de que el sol me abandone por completo llegué a este lugar de la foto, que no me acuerdo como se llama y que -muy raro en mi- no anoté. Sí me acuerdo que estoy en un llano de tierra arenosa, abrazada a tres lados por el océanos pacífico, y que el atardecer desde un desierto lindante al mar es una cosa para enamorarse.
Cuando el sol ya andaba por China, emprendí la vuelta por una ruta absolutamente a oscuras en la que no me crucé ningún otro auto, ni vida. Después de manejar 32km adentro de la reserva llegué a la garita que me había cobrado la entrada, saludé al que levantó la barrera y manejé los 10 km que me separaban de mi hostal.
La puerta/ventana de vidrio de mi hostal y la ciudad de Paracas están contados en este post: ¡Quedate igual, Paracas!
¿Cómo llegar a la Reserva Nacional de Paracas?
En auto: desde ciudades de la costa, se utiliza la carretera Panamericana Sur (1S) (245 Km. desde Lima) y luego se toma el desvío al oeste hacia la ciudad de Pisco, o el desvío 614 anterior a Pozo Santo, viniendo del norte. Desde la ciudad de Ica por la carretera Panamericana Sur (1S) (75 Km) viajando hacia el norte. Paracas se ubica a 15 Km al sur de Pisco.
Otros transportes: el servicio de transporte en bus, tiene servicios regulares desde las ciudades de Lima e Ica hasta la ciudad de Pisco, y algunos hasta Paracas. Desde Pisco a Paracas existe permanente transporte público y servicios de taxis.