¡Que lindo cuando un lugar te sorprende! La ciudad capital de la provincia de Catamarca, en Argentina, está ubicada a 1.130 kilómetro de la capital del país, a una altitud media de 520 m.s.n.m., en un valle frondoso de vientos fuertes, con un amplio abanico cultural, y con más maravillas de las que esperaba.
Estaba en mis planes bajar por la Ruta Nacional 38 -desde Tucumán- y pasar un día recorriendo la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca y sus alrededores; pero la estadía se volvió de 4 días, y sólo me voy mañana porque tengo un amigo esperándome en Córdoba.
¿Qué me gustó tanto? Lo que anticipó su slogan “hermosa por naturaleza” ¡No sabía que había tanto verde!
ACLARACIÓN AL LECTOR -que por primera vez me lee o aún no lo notó-: tengo fascinación por los paisajes naturales y frondosos.
La ciudad, como comenté al principio, tiene un amplio abanico de ofertas culturales: museos, exposiciones, cines, iglesias, monumentos, plazas, etc. Los más lindos y representativos están marcados en el mapa interactivo de Google Maps que les comparto más abajo; no voy a extenderme en el detalle de cada uno porque prefiero enfocarme en los paisajes -y porque se explican en los comentarios del mapa-, pero quiero resaltar que el rectángulo que se forma entre las avenidas Belgrano (al Norte), Virgen del Valle (al Este), Alem (al Oeste) y Güemes (al Sur), es un casco que vale la pena recorrer. ¿El punto neurálgico? La Plaza 25 de Mayo y la Catedral Basílica.
En los alrededores está lo que me encantó. Muy cerquita de la ciudad (a 6 km del centro aprox) está el dique El Jumeal y el monumento a la Mujer Aborigen. Un paseo que puede hacerse en media hora, o donde te podes quedar a pasar todo el día. Por la misma ruta que se llega a esos lugares (Ruta 4) se accede -4 km más adelante- al Pueblo Perdido de la Quebrada, un recinto arqueológico para conocer lo que quedó de una civilización que dominó las tierras de La Quebrada hace más de 1.500 años; en la antesala hay un pequeño centro de interpretación (el que se ve en la foto).
La misma ruta 4 llega -34 kilómetros al norte- al lugar que más me gustó: El Rodeo. Esta villa turística parece un sueño, en esta época -noviembre- está llena de flores, y el clima es perfecto. Las casas son bajas y en grandes terrenos arbolados, se respira la paz, y las pequeñas cascadas que aparecen a los costados de los puentes terminan por darle el toque de magia.
Otro punto que me gustó es Las Piriquitas (sobre la Ruta Provincial 1), lugar donde está el dique y un arroyo de aguas claras que nos sirvió de parque de juegos por varias horas a mi y a mis perros. La vuelta por todos los alrededores que mencioné hasta ahora puede hacerse en una tarde, se forma una especie de “O” por las rutas que comenté que va desde la capital hasta El Rodeo, de ahí hasta La Puerta y desde allí devuelta a la capital. Todos los lugares están marcados en el mapa de más abajo.
Otro imperdible incuestionado de S. F. del Valle de Catamarca (que está sólo a 18 km) es la Cuesta del Portezuelo, una ruta que asciende 1.680 m.s.n.m. y nos da una perspectiva de toda la ciudad (además de recorrer un hermoso camino de curvas) y una panorámica especialmente despejada para el avistaje del cóndor.
¡Y acá EL MAPA! Todos los puntos que comenté están marcados en el mapa, con excepción de 2, que todavía no mecioné pero si están marcados. Uno son Los Túneles de la Merced, que los encontré por Google Maps, llegué a menos de 1 kilómetro de ellos, pero la ruta de acceso está bloqueada y no puede alcanzar a verlos (en las imágenes de internet se ven divinos). El segundo es Chakana Hostel & Espacio Cultural, el lugar donde me alojé y del que cuento más abajo.
IMPORTANTE: Catamarca es una provincia con un montón de lugares para conocer, en este posteo sólo mencioné los que están a menos de una hora de la capital, pero si vas a recorrer la provincia entera no podes perderte: los Campos de Piedra Pomez, el Salar del Hombre Muerto, Antofagasta de la Sierra, las Ruinas de El Shincal, el Volcán Galán y la Reserva de Biosfera Laguna Blanca.
Si hay algo que una amante de las letras no puede resistir es la cabecera de la cama que me tocó en Chakana Hostel & Espacio Cultural. Además de viajera, bloggera, y community manager, soy abogada; y los libros anchos que se ven por arriba -en la foto en la que Eureka testea mi cama- son jurídicos.
Encontre Chakana buscando un alojamiento que acepte perros, y me llevé la sorpresa de que Neu y Sofi -dueñas y creadoras del lugar- además de aceptarlos, los aman. Elegí quedarme varios días porque la ubicación y el trato es excelente, además la casa es hermosa, enorme, limpia, con buena internet y con mucha onda. Encima tiene la parte de espacio cultural, y este viernes hay una peña ¡Recomendadísimo!
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¡BUENAS RUTAS!