Hablemos de levantar mochileros en la ruta…

El título de esta nota es el mismo que acompañó la imagen de acá abajo en un posteo de Facebook (ver posteo) y por eso lo repetí; fue la publicación con más interacciones desde que abrí la cuenta, y la publicación que me hizo dar cuenta que somos un montón los que confiamos antes de preguntar…

Con Fran y Andina, en la Ruta Nacional 68, Salta, Argentina - Febrero 2018

Paré a almorzar en Amaicha del Valle, había hecho noche en Termas de Río Hondo, un stop hermoso en Tafí del Valle y mi destino era Cafayate. En el auto solo estábamos mi perra Andina y yo; y en la salida de Amaicha veo dos mochileros en la sombra de un árbol, uno levanta el pulgar, yo relojeo el quilombo del asiento de atrás… Balizas, desacelero, la miro a Andina, freno.
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– Hola chicos ¿Hasta a dónde van?
Se acerca Máximo a la ventanilla y Andina le mueve la cola. Francisco separa su espalda del árbol y empieza a acomodar el combo del mate adentro de la mochila de mano.
– Hasta Cafayate, en Salta
(era obvio, pensé) – Yo igual ¡Suban! .

Tiré todo el quilombo al baúl y puse la regla de que Andina viaje cómoda durante los 68 kilómetros. En el auto me enteré sus nombres, que se habían conocido entre ellos hace 15 minutos, que Fran era de Tandil, que amaba sacar fotos, que su próximo destino –después de Cafayate- era Jujuy y quería llegar a Colombia, que Henry (el apodo que después adquirió Máximo) viajaba hace muchos meses de mochilero, que tocaba la guitarra, que era de Bahía Blanca y que podía querer ser voluntario del hostal a donde yo me iba a quedar en Jujuy (en otro posteo el final de esa parte de la historia). Charlamos todo el viaje, paramos en Las Ruinas de Quilmes, e intercambiamos teléfonos cuando los dejé en la plaza del centro de Cafayate. Se fueron por diferentes caminos, y yo me volví a cruzar a ambos.

El día antes de irme a Jujuy le mandé un mensaje a Fran -el chico de la foto-, y nos encontramos en la plaza de Cafayate, justo el día de su 27 cumpleaños. Viajamos juntos 320 kilómetros hasta Hostal Jujuy, nos maravillamos con el paisaje en La Quebrada de las Conchas y paramos a disfrutar de la vida en Cabra Corral.
En el viaje intercambiamos mil anécdotas, nos enseñamos y confirmamos la confianza en la sincronía de las cosas (fue muy loco ver cómo encajaba tan bien habernos cruzado de “casualidad”). Apuesto a que fue una gran cumpleaños…

Nos despedimos a la mañana del tercer día que nos veíamos, en Villa Jardín de Reyes, con la sonrisa de haber encontrado otro amigo de ruta, de esos que son de verdad porque ignoran el tiempo antes de confiar.
Ahora sigue compartiéndome fotos increíbles de su viaje por el norte de Latinoamérica y yo le mando lo hermosas que son las montañas del Norte Argentino ¿Y sabes cuál es la mejor parte? A los dos se nos hizo un poquito más lindo el mundo a partir de ese encuentro; como pasa cada vez que el autostop hace magia.

Este fue el texto que acompañó la foto y originó cientos de mensajes que de diferentes formas, tenían de denominador común la práctica de levantar gente del costado de la ruta, o -estando del otro lado- levantar el pulgar a los autos que pasan.

Leyendolos hice memoria, y pensé en lo escueto del título de esta nota. No sólo son mochileros los que hacen autostop. Me acordé de los policías que me cruzo en la ruta 11 que van de pueblo en pueblo pidiendo un aventón, también me acordé de los trabajadores de campo y los docentes, de las muchas mujeres que llevé hasta las casas de sus familias manejando por Perú, y de otros viajeros que subí al auto, que no tenían nada de mochileros.

Con mi papá y Rosa, en la Ruta S3, yendo a Chalhuanca, Perú - Abril 2017

Leerlos me hizo recordar, y sonreir. Ni un sólo mensaje tenía connotación negativa, todos los comentarios dan más y más ganas de viajar, y de confiar.
Acá te comparto algunos de estos comentarios:

Me encantó el relato! Que lindo conocer gente asi.. Los viajes son hermosos … Solo que hoy en dia pasan tantas cosas que cuesta confiar. Pero es lindo poder Compartir y conocer nuevas historias. Nosotros viajamos unos dias a La cordillera aca en Chubut y tamb levantamos una pareja.. Ahí supimos q eran Bs as que estaban de aniversario y que tenian ganas ya pronto de venir a vivir al Hoyo-Chubut cansados de alla. Así en un ratito conocés nuevas historias y experiencias

María Nuñez

He levantado decenas de personas (viajeras o no) en mis viajes, y NI UNA mala experiencia… (salvo algunos aromas de esos…). El único peligro es no animarse a vivir.

Guillermo Dowyer

Yo viaje años a dedo. Desde que tenemos a nuestra hija tuvimos que aprender a manejar y andar en auto. Pero siempre tratamos de dejar espacio libre en caso de encontrar mochilas por el camino. Nos ayuda a despuntar el vicio y devolvemos tantos kilómetros de confianza mutua recibida!

María Virginia Bertetti

Me encantó tu relato!! Te cuento con mi esposo viajamos mucho y SIEMPRE llevamos personas ( maestras, policías obvio, estudiantes, y tenemos las mejores anécdotas que te puedas imaginar)

Laura Zanette

Yo soy camionero y levanto a todos los mochileros. Xq son mis compañeros

Nicolás Rial

Me paso algo parecido en mi viaje al Norte! Pero sin auto.. Compartí mi semana de viaje con Franzis una alemana muy jovencita q conocí en el hostel en Tucumán.. Viajamos juntas hasta jujuy.. La pasamos genial…
La gente q disfruta viajar es muy copada y confiable.. Hasta ahora nunca tuve malas experiencias. Hace años q viajo sola y no tanto.. Xq siempre encuentro gente q hace q mi viaje sea aun mejor con su compañía

Mery Ann

Hey q buena historia!!llevo varios de esos encuentros!!!!ayudaste a un Tandilense como yo!!!!el camino siempre nos pone a personas en el camino para crecer,compartir y vivencias lo lindo de cada experiencia y vida!

Daiana Kelly

El remate del texto que compartí en Facebook fue “el único peligro es no confiar en el instinto de cada uno; si sentís frenar, frená“. Lo que quise esbozar es que el riesgo está siempre, haciendo dedo, levantando un dedo, o cruzando la calle para ir al kiosko; nuestra herramienta para distinguir los problemas de las aventuras, es el instinto.
Y el instinto se entrena, viajando.

Sigamos moviéndonos.

Viajá conmigo desde las redes sociales

3 comentarios en "Hablemos de levantar mochileros en la ruta…"

  1. Te felicito!! Muchas veces he viajado cientos de kilómetros sola o con mi hermana. He viajado con todas las condiciones climáticas. A mis tres autos los gasté…mis grandes compañeros de ruta y soledades.

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