Hace muy poco publiqué la nota "Manejar sola por Argentina", ahí cuento mi experiencia recorriendo las rutas del país donde nací, y doy consejos puntuales para quienes quieran aventurarse en este país (te recomiendo mucho que leas esa entrada si tu destino es Argentina). Pero en esta nota, mi intención es explayarme más en los tips que hacen a las condiciones del vehículo y del manejo en general; un poco para que la uses de check list, y otro bastante para que te quedes tranquila de que estás lista para salir a manejar por tu sueño.

1. Manejá un vehículo en buen estado

En caso de querer hacer un viaje de muchos kilómetros es indispensable que manejes un vehículo que se encuentre en muy buen estado y, por más obvio que parezca, vale la pena aclararlo y detenerse en este punto.
Cada vez sigo a más cuentas en instagram de viajeros que se lanzan a recorrer el mundo en autos o camionetas que a duras penas aprueban una Revisión Técnica Vehicular, y aunque aplaudo la voluntad de arrancar, no veo que sea redituable hacerlo a cualquier costo. Por eso empiezo por escribir este punto: el vehículo tiene que estar en buen estado.

Si tenés planeado viajar con un vehículo alquilado, es importante que lo rentes en una empresa que te garantice el buen estado del mismo por medio de un contrato donde se especifique el kilometraje del vehículo, la verificación de su mantenimiento, la indicación de uso de los elementos de seguridad, y qué hacer en caso de inconvenientes. Y en este punto te recomiendo mucho leer la nota ALQUILAR UN AUTO EN EL EXTRANJERO: REQUISITOS Y CONSEJOS.

Yo sé que nuestra atención suele estar en los bollos de las chapas para que nos nos cobren de más a la hora de devolverlo, pero aún más importante es chequear visualmente el dibujo de las gomas (y que tengan mínimo una profundidad de 9 cm en los trazos del relieve), que esté el manual del vehículo en la guantera, que funcionen bien los cinturones de seguridad, y que respondan los frenos (probalo en las inmediaciones de la agencia).

Te comparto cuatro empresas internacionales que utilicé para alquilar vehículos en diferentes lugares del mundo, con buen resultado en las cuatro: Hertz, Avis, Álamo y Europcar.

Si estás pensando en hacer este viaje sola con tu vehículo, revisalo íntegramente antes de salir. No escribo de chequear agua, aceite y gomas nada más; sino de mirar todo: trenes delantero y trasero, correa de distribución, filtros de aire y aceite, bujes, rulemanes, batería, mangueras, escape, patas de motor, y etc.
Llevalo a que un mecánico lo revise entero para estar segura de que tu vehículo puede rodar muchos kilómetros con sus componentes en buen funcionamiento.

Te aseguro, de mujer a mujer, que es mucho más barato (económica, y emocionalmente hablando) prever los problemas que repararlos cuando de un rodado de trata.

2. Conocé los elementos de seguridad y reparación del vehículo que vas a manejar

Si bien en el punto anterior hice mucho hincapié en lo importante que es que un vehículo funcione bien, eso no nos garantiza que una goma no se pueda pinchar, o que una manguera no se suelte, o que una piedra no golpee el cárter y lo rompa ¿Y qué hacer si ocurre un problema? Siempre llevar el cinturón de seguridad puesto, mantener la calma ante todo, poner balizas, mirar por el retrovisor, y frenar.

Si el problema es una pinchadura, o cualquier cosa que te haga detener la marcha sobre una ruta o autovía, una vez que detuviste el vehículo (con las balizas siempre prendidas), tenés que poner el triángulo de balizas (el que viene en el vehículo cerca del criquet) por lo menos a unos 70 metros por detrás de la cola de tu coche para que los demás autos que transitan por esa ruta puedan prever que estás en la banquina y esquivarte en caso de necesitar usarla (si tenés 2 balizas plásticas lo ideal es colocar una a 150 metros y la otra a 75 metros de tu vehículo).
Recién después de las balizas te ocupás de resolver el problema y/o de llamar al auxilio. En caso de necesitar ayuda y no saber otro teléfono, siempre se puede llamar al 911 para pedir el primer socorro. 

¿Qué herramientas podés llegar a necesitar para "solucionar rápido" problemas comunes de tu vehículo? Criquet, alicate de boca plana, alicate de corte diagonal, destornillador plano (mango largo), destornillador en cruz (Phillips, mango largo), pinza pico de loco con mordazas paralelas, cinta aisladora, cinta duct tape, y precintos. 

Si se te prende una luz en el tablero, lo que importa es el color: si la luz es roja es grave. Cuando estés manejando, todas las luces rojas son alertas: el semáforo rojo pide que pares, igual que el peaje, que el stop del auto de adelante, e igual que las partes del auto importantes cuando fallan.

¿Qué luces se prenden rojas en los vehículos? 

Todos prenden luces rojas con problemas de:
- Freno (puede ser que está puesto el freno de mano o que falta líquido de freno),
- Temperatura (chequear líquido refrigerante urgente para evitar fundir el motor),
- Batería (está agotada o tiene un problema con la carga),  
- Aceite (chequear la cantidad de aceite con el vehículo en frío, y agregar urgente si falta para evitar calentamiento).

Alguno vehículos también tienen luces rojas de:
- ABS (hay una falla en el sistema anti-bloqueo de frenado),
- Airbag (hay una falla y es posible que no se activen de ser necesarios).

Las luces amarillas también indican que algo no está bien, pero la gravedad es menor y seguramente te de tiempo de llegar hasta un mecánico para revisarlo antes de tener un inconveniente en tránsito. 

¿Cuál es el secreto para entender lo que le pasa al vehículo? ¡Tener el manual siempre a mano!

3. Contá con todos los papeles que necesitás para manejar legalmente en el país que vayas a circular

La parte burocrática también es algo de lo que te tenés que ocupar, no sólo porque la policía lo puede exigir y cambiar tu viaje en caso de no tenerlo, sino porque es lo que te va a dar la certeza de que estás cubierta ante cualquier problema; y eso es lo mismo que te da libertad para hacer lo que quieras.

Necesitás tener tu documento de identidad (o pasaporte si estás fuera de tu país de origen), licencia de conducir al día, y una licencia de conducir internacional si querés manejar en determinadas naciones (chequealo en cada caso por las dudas, yo lo necesité para Grecia y usé el mismo en Estados Unidos, y no lo necesité para Uruguay).

Si vas a alquilar un vehículo para tu viaje, tenés que contar con el contrato donde la empresa propietaria que lo alquila te autoriza a manejarlo, y los papeles del seguro al día que ellos te proporcionen; además - por supuesto - de la cédula registral del rodado (que también tienen que brindarte). Todos los requisitos para alquilar un vehículo en el extranjero y los consejos para manejar fuera de tu país de origen, podés leerlos haciendo CLIC ACÁ.

Si vas a viajar con tu vehículo, necesitás tener un seguro al día que te cubra en los países que vayas a visitar (te recomiendo chequear seguros de coche baratos para mujeres), además tenés que tener la cédula registral del rodado a tu nombre (se llama Cédula Verde en Argentina) o un permiso que te habilite a manejarlo (se llama Cédula Azul en Argentina).

¿Porqué son importante estos papeles? Porque, básicamente, prueban que sos la persona que responde por cualquier cosa que haga el vehículo; y que tu seguro puede cubrirlo.

¿Algún país puede tener algún otro requerimiento especial? Sí, chequealo previamente por las dudas en la página del país que vayas a visitar.

4. Armá un mapa de ruta en el GPS con los lugares donde querés frenar

Si sos la que maneja sola, también sos la que elige la ruta, los destinos, y las paradas. Y por eso te conviene estudiar de antemano los lugares que querés visitar y los lugares donde puedas necesitar frenar.
Lo que yo te aconsejo es armar un mapa de Google Maps para usarlo como GPS de punto a punto. Así sólo vas a tener que ocuparte de seguir las indicaciones desde el celular, sin tener que desviar tu atención del manejo, ni frenando a consultar en las diferentes paradas.

¿Qué cosas marcar? Además de lo que turísticamente quieras visitar, te recomiendo agendarte las estaciones de servicio (gasolineras) que creas que vas a tener que usar según los kilómetros rodados, también marcá posibles lugares donde frenar a comer y donde descansar (en el mismo mapa de Google podés ver las reseñas de los lugares).

Si no sabés cómo armar un mapa gratis en My Maps de Google entrá en Guía para armar mapas de viaje en Google Maps.

Si creés que en alguna de las rutas que querés transitar puede no haber señal, no te olvides de descargar el mapa sin conexión de la zona. Si no sabés cómo hacerlo entrá en Guía para descargar Mapas sin Conexión.

5. Chequeá las condiciones del clima y el estado de las rutas

La misma ruta no es igual con diferente clima: la lluvia, el granizo, el viento, la neblina, la escarcha, y el sol de frente, son factores que pueden complicar mucho el manejo; y que podés prever.
Te recomiendo chequear en WindGurú las condiciones del clima antes de salir, y elegir un horario donde esquives el sol de frente. Y aunque es una recomendación que vale para todo tipo de viaje, cuando estás sola, necesitás mucho más la compañía del clima. 

Otra cosa importante para tener en cuenta es el estado de la ruta, es decir: el suelo. No es lo mismo manejar en asfalto, que en ripio, o en laja; no sólo por el expertise que se requiere al volante, sino por la paciencia que se precisa en determinadas rutas sin compañía, y la posibilidad de inconvenientes como pinchaduras de gomas lejos de ayuda.

En la nota CONSEJOS PARA MANEJAR EN RUTAS DE MONTAÑA, en el punto tres, cuento de los 10 tipos de suelos con los que te podés encontrar en una ruta, y las precauciones que tenés que tener con cada uno. Te recomiendo mucho leer esa nota si vas a manejar fuera del asfalto. 

6. Soltá los miedos

¿Te pueden pasar cosas malas? Sí, como en la esquina de tu casa o yendo a trabajar; y no por eso dejás de salir todos los días.

Puedo contarte varias experiencias no muy felices en la ruta estando sola, una de las que más me marcó fue cuando se me rompió el radiador en la Cuesta del Lipán a los 4.170 metros de altura (podés leer esa experiencia haciendo CLIC ACÁ), o cuando no chequee las condiciones del clima y subí manejando al punto más alto de una ruta nacional en América (podés leer esa experiencia a los 5.022 m.s.n.m. haciendo CLIC ACÁ); pero no son nada en comparación a los millones de momentos de satisfacción que me regaló la ruta en la sola compañía de mi persona - y de mis perros - (podés leer una nota donde reflexiono sobre este tema haciendo CLIC ACÁ).

Soltá los miedos, sin dejar de cuidarte. Animate a convertir tus ganas en realidad, siendo consciente del entorno, estando atenta a tus sensaciones, y sintiéndote segura de tus decisiones. Sos más poderosa de lo que creés, cuando tomás consciencia de que sos vulnerable en la misma proporción; y que podés lidiar con eso.

En la nota VIAJAR SOLA: LO BUENO, LO MALO Y LO GENIAL, cuento mis experiencias soltando miedos, y te escribo también sobre lo maravilloso que es encontrarse con una; la que brilla cuando está presente.

Podés ver todas las fotos de mis viajes y seguir mi día a día en las Historias desde mi cuenta de instagram.

7. Manejá sin prisa para llegar más lejos

Este consejo es muy personal, y lo doy cumpliendo 265.000 kilómetros rodados en mi auto (MI ÚNICO HÉROE EN ESTE LIO: UN PEUGEOT 206), y otros tantos en distintos vehículos por diferentes países del mundo: manejá si prisa, mujer, que vas a llegar más lejos. 

Es desgastante mantener la atención durante más de 5 horas a 140 ó 130 km/h: vas tensa, previendo en poco tiempo, cambiando brusco las revoluciones en las curvas, pensando - y pasando - rápido, percibiendo poco.

En cambio, yendo entre 80 y 100 km/h las cosas cambian. Sí, pensás más rápido que a los 6 km/h a los que solés caminar, pero tenés tiempo para maniobrar anticipadamente, y la tensión disminuye notablemente aunque no baje la atención. 

No te apures, parte de viajar sola (tal vez la parte más importante) es aprender a manejarte a vos y a tus tiempos. Disfrutate como al camino, y date tiempo para explorar la libertad que regala el volante, el poder que sube de los pedales, y los atardeceres que aparecen por el retrovisor. Toda la ruta se despeja cuando te amalgamas con tu nave y el empoderamiento se apodera de los cambios.

Espero haber aportado otro grano de arena a tus ganas de salir a manejar sola por el mundo. Si querés leer más sobre la mágica decisión de salir a viajar sola entrá en Viajar sola: lo malo, lo bueno, y lo genial.

Y si tenés pensando viajar por rutas de montaña, te recomiendo mucho chequear la nota: CONSEJOS PARA MANEJAR EN RUTAS DE MONTAÑA.

Para ver todas las entradas de la categorías Viajar Sola hacé clic en el botón de abajo, y para seguir mis viajes o hacerme alguna consulta, entrá en mi cuenta de Instagram.